Mi 6º dan.
Después de mucho meditar, y siguiendo la recomendación de un par de Maestros amigos, decidí hacer esta publicación.
Hace más de 10 años mi maestro Pedro Florindo me propuso un desafío que parecía inalcanzable, al regalarme su cinturón de 6º dan.
Surgió el inevitable diálogo donde yo, suponía que nunca llegaría, y él, que insistía en que siguiera trabajando.
Me acompañó en cada paso.
Me entregó conocimientos que todavía hoy sigo descifrando.
Le pregunté si se iba a animar a graduarme dentro de tantos años cuando yo estuviera grande, y con una sonrisa cómplice me dijo que sería un orgullo.
Muchos años después, en su última visita a Guatemala en 2015, me regaló su dobok y me entregó mi cinturón de 6º dan delante de un gran grupo de practicantes diciendo: “Él todavía no se graduó, pero sabrá cuando usarlo”. En ese momento no entendí el porqué.
Hoy me responde su vacío.
Iba tan adelante de todos que aun ausente, es posible seguir su camino.
En el examen, el destino quiso que su ausencia fuera presencia en uno de sus más antiguos alumnos, el Maestro Senior Carlos Gómez de Olivera.
Y junto a él, mi Maestro adoptivo, Juan Carlos Peña Leal.
Más allá del lógico rigor teórico y físico, fue el aprendizaje de asimilar una situación inimaginable: recibir un grado de otras manos que no fueran las de Florindo.
Gracias Maestro Olivera por evaluarme.
Gracias Maestro Peña por hacerme el honor de entregarme la cinta.
Y a los Sabum Nim Alberto Peña y Andrés Marroquín con quienes tuve el placer de compartir el examen.
Y en este intenso proceso mi profundo agradecimiento, por orden de aparición, a quienes me han alentado sin descanso: GM Marano, GM Trajtenberg, Maestro Gato, Maestro Suárez, Sabum Nim (y Maestro del alma) Fabián Izquierdo, Sabum Nim Gastón Casero, y a todos los alumnos de la Escuela Argentina de Taekwon-Do/Guatemala.
Gustavo Livon Director de la EAT/Guatemala Noviembre 2018
